domingo, 28 de julio de 2013

Caos en Magaluf

Magaluf, Mallorca un día de verano cualquiera. Una marea humana abarrota la principal artería de la zona, Punta Ballena. Una vía repleta de establecimiento de comida, locales de copas y de ocio. Zona para el turismo fiestero y por ende, juvenil. ¿La mayoría? Ingleses. Su estancia se basa en alcohol, playa de día, drogas y bares de noche. 


Acojonante, ¿verdad? Una manda de guiris borrachos haciendo la fiesta en la calzada, cortando el tráfico, aporreando los coches, riéndose de los conductores o incluso abriendo sus coches. Y os preguntareis que dónde está la policía que dice servir al ciudadano. Escondida en la comisaria con la única excusa de no disponer de suficientes efectivos para hacer frente a todas estas personas. Las llamadas constantes de los vecinos por la fiesta ininterrumpida las 24h o las peticiones de socorro de algunos conductores parece no ser motivo de peso para aparecer en Punta Ballena ni siquiera para hacer acto de presencia.

El vídeo, que dura 8 minutos refleja la realidad de Mallorca entera. Este suceso en particular, según los testigos, duró casi una hora. Imaginen la impotencia de los ciudadanos que tienen que pasar por esa calle y ver como una manada de degenerados le cortan el paso, pisotean su coche e intentan mear en la puerta.

Me pregunto yo dónde están los 3600 agentes de policía nacional de los que alardeaba el twitter del CNP. ¿Dónde están los planes de seguridad ciudadana para el verano, precaviendo la llegada de todos estos asiduos al desmadre.

Y de esto vive nuestro querido país. 6 meses en los que todo vale en el Mediterráneo. La fiesta desmedida, la subida de precios de transportes públicos, el bien para un sector amplio de comerciantes y habitantes que encuentran trabajo en estas fechas. El mal para vecinos que durante el resto del año viven apaciblemente pero que con la llegada del verano se produce su particular calvario.

No solo el ruido, los turistas drogados en el paseo marítimo mientras tus hijos no pueden dormir, los problemas de tránsito y/o aparcamiento son los contra en este tema. Desde el boom turístico en España en los 50, se han devastado playas vírgenes en todo el litoral, se ha construido sin miramiento alguno, importando sólo ampliar la oferta hotelera.

No me opongo a esta fuente de ingresos tan grande, tenemos una tierra preciosa pero, ¿a qué precio? También hay que mirar el mal que se causa y poner remedio en él. Y eso, eso es tarea de los que nos mal gobiernan que no son capaces de proteger al ciudadano pero luego dicen representarlo. 

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