jueves, 21 de junio de 2012

Patriotismo de cartón.

Verano sí, verano también suele haber algún evento deportivo en el que nuestra selección participe, la gente ilusionada, comprometida, llenando plazas y calles, arropandose con la bandera nacional y decorando sus balcones de rojo y oro. Acabado el torneo, pocas son las banderas que permanecen, algunos se apresuran a retirarlas por si los califican de fascistas, terroristas o neo-nazis. Si alguna perdura es porque se ha conseguido algún éxito deportivo.

Pero como digo, decorar balcones, terrazas con la rojigualda fuera de ese "plazo permitido" puede ser politicamente incorrecto. Me gustaría a mí ver todos los balcones en un 12 de octubre o 2 de enero, fechas que debían ser de orgullo y tributo.

Pero esa historia no se la enseñan a los jóvenes en los colegios, no es impartida en clases, parece que no interesa, no debemos sentirnos orgullosos de nuestro glorioso pasado, de nuestra bandera, solo podemos levantar la cabeza cuando Iniesta marca un gol...

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