domingo, 4 de noviembre de 2012

Sociedad hipócrita

Esta sociedad, infectada por la opinión que el sistema le quiere hacer ver mediante sus medios de comunicación, tiene una doble vara de medir de proporciones descomunales. Desde las movilizaciones del 15-M, han surgido alrededor infinidad de asociaciones y plataformas sociales que dicen defender los intereses de las clases más bajas del pueblo español. La realidad dista mucho del comunicado inicial. Supongo, habrán visto en televisiones o noticias de prensa los continuos desahucios que están teniendo lugar, personas que por su avanzada edad y una corta pensión o por numerosas cargas familiares y pocos ingresos no les llega para mantener su vivienda al corriente de pagos. No tengo nada que reprochar a aquellos que tiendan una mano a los que sufren los abusos de los banqueros usureros.

Los curioso del asunto viene cuando una asociación patriota con más de diez años de lucha en ocupaciones de edificios abandonados o en ruinas hace lo propio para dar cobijo a compatriotas que no tienen un techo donde resguardarse. Es el caso de CasaPound en Italia y su corriente ocupacional cuya prioridad es ayudar al italiano y no al extranjero como hacen otras asociaciones. Por este hecho son dilapidados desde todos los frentes que tiene establecidos el sistema, hacer ver a la sociedad que son unos malvados fascistas con gafas y chaquetas negras que asaltan propiedades para usarlas como arma discriminatoria hacia los pobres inmigrantes que deambulan por las empedradas calles italianas. 

Una misma acción y dos maneras de tratarla, así es como actúa el sistema y la sociedad contra aquellos que luchan por el bien y la prioridad nacional. Me gusta usar siempre el ejemplo de la madre que cuida al hijo del vecino antes que al suyo, a cualquier persona este acto le parecería una tropelía, pero tratándose de ayudar al desamparado inmigrante llegado de lejanas tierras, cobra sentido la acción. 

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