martes, 7 de mayo de 2013

La bandera española

De rojo y amarillo está partida.
Dice el rojo del pueblo la fiereza,
el amarillo copia la riqueza
con que su fértil suelo nos convida.

Plegada alguna vez, jamás rendida,
ningún borrón consiente su pureza,
y aún al mirarla doblan la cabeza
los que a su sombra fiel hallan cabida.

Si hoy, como en otra edad, al mundo entero
leyes no dicta desde polo a polo,
ni el sol la manda su fulgor primero,

Cuando con vil traición o torpe dolo
pisarla intente audaz el extranjero,
¡Teñida la veréis de un color sólo!



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