La invasión silenciosa ya no lo es tanto

Entraron en Europa a finales del siglo pasado y hasta el día de hoy han ocupado nuestro continente. Lo que algunos acertaron en llamar invasión silenciosa, ocupación desarmada u operación tortuga ya parece tener otros nombres y es que han tomado posición cual grupo de operaciones.

A España llegaron con la excusa de mano de obra barata, que los nativos rechazaban empleos y que el europeo, era un ciudadano acomodado pero hoy son ellos los que se pasean en lujosos coches mientras hay españoles pidiendo para comer en las calles. De lo que muchos llevamos alertando años algunos se empiezan a dar cuenta hoy, cuando su vecina ha sido violada, cuando a su cuñado lo han atracado o cuando a su hijo lo vejan en la escuela por el hecho de ser europeo y español. 

Su plan, la verdad, no tenía fallos; venían como los tontos de la película, esclavos que eran sometidos por el gran amo europeo. Poco a poco han ido ganando terreno, usando el dinero que ilegalmente conseguían para traer a más familiares, ayudándose unos a otros para abrir negocios, apoyados en nuestros gobernantes para edificar sus templos, recibiendo subvenciones, tratos de favor, creando incluso partidos políticos. Siempre con el apoyo de los atontados que veían una bonita diversidad dónde estaba sucediendo una invasión. 

Pero no vayas a comentar esto por ahí, siempre habrá alguien que te tache de xenófobo por defender tu identidad, que te llame racista por decir verdades, y esos no serán otros que los retrasados que les dan la bienvenida, como dice la canción. Los que les apoyan, luchan por su integración, compran en sus comercios y se enorgullecen por tener un amigo, un novio o un hijo cruzado. 

Es una lástima pero parece que el pueblo europeo está abocado a despertar a porrazos, a muertes, robo y violaciones. Esperemos, no sea demasiado tarde por entonces.