Uno se cansa de muchas cosas en esta vida y cada vez con más facilidad.
Se convierte en un refunfuñón con esto y aquello y a veces ni vive ni
deja vivir. Pero es que hay cosas que claman al cielo y la idiotez del
mediocre es caso abrasiva.
La última de los gilipatriotas, que normalmente son también
ciberpatriotas, es alabar hasta la saciedad a los cuerpos y fuerzas de
seguridad del estado. Para mear y no echar gota. Que cada cual idolatre a quien le venga en gana, ojo; pero que lo hagan
alardeando de patriotismo y seña de identidad, es para tirarse de los
pelos.
Seguramente hagan eso porque no han sufrido en sus carnes la represión
de este estado policial. No les habrán soltado un gomazo de más,
empujones, chulería, prepotencia, filiaciones absurdas o la guinda del
pastel: retirarte la bandera rojigualda, la misma que ellos llevan en sus
uniformes hasta aborrecerla.
De haber sido partícipes en estas acciones, su visión sobre los cuerpos y fuerzas de seguridad cambiaría drásticamente.
Ya ha quedado lejos esa admiración que alguno podía sentir por los que
entregaban su vida por España y los españoles. Al contrario, emplean su
fuerza y abusan de su autoridad para maltratar al ciudadano.
Ahots viene a debate todo lo sucedido en las marchas por la dignidad el pasado 22 de marzo. La brutalidad de los manifestantes y el victimismo de los policías ha dado lugar a que éstos sean elevados a la categoría de dioses.
Ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos.
No seré yo el que defienda a esos supuestos antisistema sin oficio ni beneficio, los que aprovechan cualquier conato de violencia para destrozar mobiliario público que pagamos todos. Pero es cierto que en anteriores movilizaciones la policía ha zurrado y abusado como han querido. ¿Por qué ha quedado la policía como los buenos de la película? Porque los estaban mirando con lupa los del OSCE por todos los abusos anteriores, guantazos gratuitos a menores, rodillazos en la cara, palizas, etc
Dispararon cuatro pelotazos de goma y poco más, les tocó pillar como era obvio. Ahora tendrán justificada todo abuso que quieran, dirán que los "antisistema" españoles son muy brutos y muy violentos y que hay que emplear toda fuerza posible contra ellos.
Lo lamentable del asunto y lo que me concierne es ver supuestos patriotas o personas afines a mi idea dando su apoyo a la UIP y desvaneciéndose en alhagos hacia la policía. Como dije más arriba no les ha tocado lidiar con esos hombretones de harta chulería.
La policía es el perro del sistema y como tal, nuestro enemigo. Que nadie se confunda.
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