Como es costumbre, Esperanza Aguirre ha pagado por sus palabras; y es que esta señora es de lengua fácil, le gusta mucho agitar al pueblo y luego pasa lo que pasa, la pillan a micro abierto o le lanzan una fiambrera. Sí, éste ha sido el último tortazo a la Espe, sus recortes en educación y la norma en los comedores escolares ha desencadenado en la actuación de una madre cabreada, y con razón. No tenemos suficiente con pagar mochilas, carritos, utensilios de pintura, flautas, libros y demás parafernalias como para que la familia que no pueda pagar el comedor y se lleve un 'tupper' tenga que abonar 3 euros cada día.
Toda esta situación ha desencadenado en la revolución de la fiambrera, algo que parece sacado una conocida serie de televisión en la que se lian a centollazos con los políticos. Poco a poco parece ir despertando el pueblo que en su mayoría aún sigue apalancado en el sofá hipnotizado con la telebasura sin reaccionar a los tijeretazos, abusos, subidas del IVA, corrupción... ¿Qué más necesitas que nos hagan?
La nación en bancarrota, nuestra cultura invadida por extraños llegados de tierras foráneas, la clase obrera en estado degradante, los ricos lo son aún más amparados por sus amigos políticos que para algo les costean las campañas electorales. Cada vez pagamos más impuestos y los sueldos son más ridículos. Los cerebros se fugan ante la negación de subvenciones mientras que se ampara y colabora con asociaciones de inmigrantes. No seas burro, ¡¡reacciona!!
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