Hoy se conocía la escalofriante noticia de que eran comprobados nuevamente los restos de los niños desaparecidos en Córdoba en octubre del año pasado. Las pruebas aseguraban que eran restos humanos y además daban una edad aproximada que coincidía con la de uno de los pequeños. Con dichas comprobaciones da un vuelco la investigación y queda ya demostrada la culpabilidad del padre, será ahora cuando se reanude el trámite judicial y los cargos contra José Bretón.
Pero ahora es cuando te preguntas si la dudosa justicia española estará a la altura o de nuevo un asesino de tal calibre podrá reírse en la cara de todos los presentes. Por desgracia, pasará lo segundo y seguirá pasando hasta que no se reformen las leyes. Porque queda muy bien dictar una sentencia de 438 años pero que luego nada más pueda cumplir 30 y restando, ¿eh? Buena conducta, labores de ayuda en la cárcel, etc.
¿Y los políticos? Están concentrados en las disputas personales, en ganar la batalla dialéctica cada viernes en el hemiciclo, en usar la fina prosa de los colegios de pago para camelar a la masa tonta que aún sigue confiando en ellos su voto. Y cuando no pues se dedican a joder al pueblo llano con reformas prescindibles o a tocar leyes que, en la situación actual, poco a nada deben importar.
¿Cómo iban a poner la cadena perpetua o leyes más duras? Perderían esos votos tan preciados que llegan cada cuatro años desde Vascongadas.
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